miércoles, 2 de mayo de 2018

Ancianitud.

Ya alguien más inventó esta palabra. No sé si fue Fina Fernández quien la usó primero o no, pero a mí me encanta entenderla como una etapa más de la vida donde se sigue creciendo y evolucionando con más posibilidades cuando se tienen las condiciones necesarias para moverse y participar.
Hay días y/o momentos en que me siento muy bien a pesar de mis secuelas y síndrome post polio y hay esos "deprontos" en que algún dolor intruso ataca mis partes y tengo que inmovilizarme! 
Asunto difícil para alguien con mente inquieta, inquisitiva y creativa. 
Porque en busca de respuestas a problemas de vida, se desaprende tanto, que hay que volver a la escuela de grandes!! E incluso volver a una especie de jardín de infantes compartido con niños de extremas edades!
Me encantan los chicos. O sea la niñez, con esos ojos que parecen querer tragarse al mundo. Me gustan mucho porque me aceptan sin miedo y normalmente con mucho amor. Me gustan porque son maestros en miniatura, de esos que con falta de respeto a tu pelo canoso, se te arriman para que juegues, ó les cantés, ó les leas, ó hasta te enseñan como usar estos modernísimos aparatos electrónicos sin ningún pudor. 
Yo tengo tres de esos pequeñuelos. Llevan la sangre de mis ancestros. Y aunque son tranquilooooos, también son una bola de energía relampagueante!
Con el mayor aprendí a jugar Super Mario Bro y casi me da un infarto cuando el Bowser me mató por primera vez. Él -mi nieto- se reÍAA de ver mi cara lívida del susto! Pero juntos podíamos pasar horas sumamente entretenidos jugando mientras mamá ó papá llegaban a recogerlo. 
Con el segundo chacalín, las cosas son diferentes, le gustan los videos pero más le gusta, estar en la piscinita de plástico, ó correr a alta velocidad con sus largas piernillas por todo el patio, y siempre dice: Mire abue, mire!! Le encanta armar rompecabezas eso sí. Y es una actividad que disfruto mucho con él. Lo que me recuerda que debo conseguirme un nuevo rompecabezas! Es fascinante armar un cuadro a punto de piececitas diminutas!
Y el tercer pequeñín es solo un gran comelón, ni cuando está ardiendo en fiebre deja de tragar!! Creo que se parece mucho a la abue!
Y esos tres me dan mucha energía, pero también me obligan a aprender y a buscar respuestas. Pero como dice Murphy, cuando ya sé la pregunta, me la cambian por una nueva. 
En fin, que en este mundo de mayo del 2018, a pesar de tener 65 años, sigo teniendo muchas necesidades de aprender cosas nuevas. Y entre esas cosas, quiero saber cómo vencer los dolores articulares que tan a menudo me limitan y que francamente no sé de dónde aparecen.
Sé que posiblemente el desgaste natural por uso en los años de vida, aunado al hecho de que el síndrome post polio lo agudiza, son dos factores causantes de esos extraños dolores. Ah! Y los cambios de temperatura! 
Hago una revisión de lo que hice diferente y pienso que tal vez hoy no tomé suficiente agua, por estar emocionada intentando avanzar en una pintura al óleo, que comencé hace tres años y al que finalmente ayer decidí entrarle con ganas. 
Ayer sí tomé más agua y no tenía hinchados los dedos de las manos como hoy! Así es que tendré que seguir investigando si el consumo de agua ó no es lo que afecta la osamenta de mi hermoso cuerpo!
Bueno, solo quería dejar un registro de sucesos de la ancianitud. Porque dejé de ir a una reunión comunal por el bendito dolor! Ni modo. En otra será!😅





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